martes, 11 de diciembre de 2012


Corazón de Guardaparque
Escribe: Sandro Chávez (*)

Entre Parques Nacionales, Reservas, Bosques de protección y demás Areas Naturales Protegidas (ANP) se encuentran trabajando con mucho esfuerzo y muchas veces arriesgando su vida los Guardaparques, actores fundamentales en el control y conservación de nuestra gran Biodiversidad y de sus ecosistemas que la albergan.

Mi paso por el SERNANP me enseño muchas cosas y entre ellas fue valorar con más profundidad a estos hombres y mujeres que en algunos casos llevan en la labor de Guardaparque mas de 15 años, pero que lamentablemente en lo laboral no hay la retribución justa que ellos y ellas requieren para llevar adelante una vida decorosa y sin sobresaltos familiares.

Tenemos 77 ANPs, que  se ubican en 19`528,864.27 hectáreas del territorio nacional y para su custodia solo se cuenta con alrededor de 650 Guardaparques, que en su mayoría gana un sueldo mínimo y que además se encuentran en el régimen de CAS, lo que implica que no gocen de varios beneficios sociales que les debería corresponder.

De hecho, es fundamental reducir las categorías existentes a solo tres o cuatro con un mejoramiento sustancial de sus sueldos, en diciembre pasado antes de salir del SERNANP lanzamos una convocatoria CAS para recontratarlos en tres categorías que oscilaban entre los 1200 y 1600 soles , considerando que había el presupuesto necesario y así mismo la obligación moral de realizar la inclusión social dentro del SERNANP, lamentablemente un mes después se cancelo dicha convocatoria quedando pendiente esta gran deuda social con ellos y sus familias.

Pero además sigo pensando, como seguramente lo hacen los Guardaparques en la necesidad de profesionalizar dicha labor, ya existen experiencias internacionales sobre ello otorgándoles una mejor formación y por supuesto una mejor perspectiva de trabajo que definitivamente redundara en la eficiencia de su trabajo en la conservación de nuestras ANPs.

El País y en especial el Gobierno, le debe un reconocimiento a estos sacrificados hombres y mujeres que en su momento tomaron la decisión de dedicar su vida a la conservación, muchas veces en condiciones precarias y peligrosas, pero que para suerte de nuestros recursos naturales su entereza y entrega cotidiana no ha desmayado ni disminuido, por el contrario se ha consolidado.

Todos tenemos una gran deuda con ellos y ellas, en mi caso personal tengo esecorazón de Guardaparque, que llevo con orgullo y compromiso adonde me encuentre trabajando, apoyándolos como lo hice durante mi paso en el SERNANP.

Por tanto, no bastan los discursos y ofrecimientos, lo que los Guardaparques esperan son hechos concretos que mejore su calidad de vida y la de sus familias, para que cuando se encuentren entre la espesura del Bosque o en las alturas de la Puna, sepan que vale la pena todo su esfuerzo y trabajo.

Un gran abrazo, para todos los hermanos y hermanas Guardaparques.

(*) Biólogo, Coordinador Nacional del Foro Ecológico del Perú